viernes, 25 de octubre de 2019

Algunos buscan la gloria de los hombres


Algunos que buscan la gloria de los hombres y usan a la Iglesia de Cristo para su propio provecho

1 Tesalonicenses 2:4–6
No procuramos agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones, porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia. Dios es testigo. Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.


Hay algunos entre nosotros que buscan la gloria de los hombres. Es parte del caracter de los hombres de los ultimos tiempos.


Buscan en todos los ambitos, lo hacen con excelencia.
Ya no son mas pastores, ahora son conferencistas, viajan mucho, ellos se abren sus propias puertas de predicaciones. Enseñan como ser exitosos, aunque ellos lo hicieron a costa de la iglesia y sus recursos.
Escriben libros, aunque su experiencia en la vida es teorica, estudian en lugares que les aumenta el curriculum, estan en Youtube y hablan muy bien, cuando encuentran un segmento se especializan.
Te aconsejan que no te juntes con los fracasados, porque son toxicos para tu vida, solo juntante con los exitosos.
Y a si son, no tienen amigos ( aveces nuestros seres amados son personas que han perdido y fracasado) solo tienen intereses, mientra les sirvas a sus propositos estaran a tu lado.
Sus iglesias graban música, hacen presentaciones profesionales. Realmente trabajan con excelencia, su marketing religioso es de primer nivel, sus poses en las fotos son casualmente preparadas.

Pero usted nunca va a ver milagros extraordinarios, ni la unción poderosa del Espírtu...
Solo ambientes emotivos, bien preparados.
Sus predicas son motivacionales, usan un alto vocabulario para impresionar, hablan como si el Señor los necesitará.

Dos temas que no va a encontrar:
1. Amor por el prójimo.
No los vas a ver con personas que no le produce algun tipo de ganancia.

2. No vas a ver milagros en sus vidas.
Hechos 19:11-12
Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo, 12 a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos.


Les encanta la buena vida.
Lo disfrasan con una teología de que son bendecidos, pero en realidad tienen un excesivo amor al dinero y al poder.

Pastor Claudio Lapidus

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Pr. Caludio Lapidus